Consumir de otra manera

Cuando hablamos de  sostenibilidad nos encontramos con un espectro de opiniones muy amplio, desde un apático “no me interesa” hasta un radical “la sostenibilidad no es posible dentro de una economía de mercado”.  Personalmente creo que no siempre debemos ir a los extremos. Si bien es cierto que el “desarrollo sostenible” no siempre se implementa como se debería y que no es compatible con los objetivos de ciertas industrias, no podemos evadir la responsabilidad dejándola solo al mundo corporativo.

Este fin de semana se lleva a cabo por quinta vez en Munich el Heldenmarkt, una feria dirigida a todos nosotros, los consumidores, los ciudadanos de a pie, a quienes decidimos con nuestras compras (nuestro dinero) como queremos que sea nuestro mundo.

La feria ha crecido ciertamente con respecto a los años anteriores, ya que “sustainability is going mainstream” o porque las personas están tomando conciencia de su impacto en el entorno.  Y bueno, que hay en esta feria y como se puede ser sostenible desde la perspectiva del consumidor?

Las viejas iniciativas son ya conocidas por muchos: Foodsharing, que reduce el desperdicio de alimentos; las ecocanastas locales campesinas (Supermercados 2017), activistas de conservación de la fauna Marítima (Sea Shepherd) y Terrestre (Animals United e.V., WWF, pro Regenwald), etc.

Las que todavia causan sorpresa y escepticismo en las personas: Bancos Éticos (al igual que fondos de inversión), los cuales financian proyectos sociales y de desarrollo no solo en Europa sino en varios países del mundo; marcas de Ropa que no utilizan esclavos malpagos en sus fábricas en condiciones infrahumanas.

Y como siempre lo nuevo: Proveedores de Energía que no usan plantas atómicas ni combustibles fósiles; un buscador de negocios con ranking de sostenibilidad.

En fin, las posibilidades son infinitas, solo hay que hacerse la pregunta: ¿en que forma podría yo generar un impacto positivo con mi consumo?