Vacaciones en tiempos de pandemia

Este año todo es diferente: el trabajo, la vida social, los viajes. Aunque ya es posible viajar en avion, tren o bus a lugares medianamente lejanos, este verano será utilizando el medio de transporte que me asegura el mínimo contacto con otras personas. Voy a visitar a mis amigos a 200 km de distancia y 4 días de recorrido.

Nunca sabes de lo que eres capaz hasta que lo intentas, dicen por ahí. Y bueno nunca habia hecho una distancia tan larga ni pedaleado tantos dias seguidos, con equipaje y sin esa seguridad de que en una o dos horas llegaré a mi destino.

La percepción del tiempo cambia completamente. Unas horas no son suficientes para ir de ciudad a ciudad, a veces se necesita una mañana o incluso todo un día. Pero incluso si se ha terminado un camino largo, desconocido y difícil, se siente la satisfacción de un día ganado, cada día mas cerca de un meta que cada vez se ve menos lejana.

Las distancias tambien se alargan en la mente humana, ya 40 o 60 km no se traducen como 30 mins en tren o auto, pero además de redimensionar esto nos damos cuenta de todo lo que hay en medio, en el camino, percibimos de otra manera el entorno, nos damos cuenta que todo un mundo existe y que este no es la ciudad, ni los semáforos ni las tiendas. En el camino me encuentro otros viajeros, en una u otra dirección y me doy cuenta que no estoy solo y que muchos han decidido hacer sus viajes de esta manera.

En estos tiempos de pandemia, hemos descubierto, conocido, comenzado nuevas cosas; yo he descubierto una forma de viajar.