Regalos de Navidad?

En estas épocas se pregunta mucho: Que te regalaron? Que regalaste? Que compraste? Cuanto costó? En esta carrera de consumo, donde quien gana es quien más compra, quien más dinero gasta y quien más rápido desecha, para poder comprar mas; olvidamos que existen otras opciones para regalar y que nuestros antiguos regalos pueden pasar a otras personas cumpliendo así su ciclo de uso.

Me refiero especificamente a los armarios de libros, estos artefactos llenos de aventuras, novelas, etc. , que se encuentran en distintos puntos de la ciudad, sirviendo de centro de intercambio, abiertos a todos los ciudadanos, ricos, pobres, grandes, pequeños, blancos, negros, etc.

Si quieres intercambiar tu libro por otro que quieras leer (así como el pastor del alquimista), lo puedes hacer aca. Si quieres regalar a otra persona, a ti mismo, o simplemente leer algo nuevo… esta es tu oportunidad!

 

El vehículo

La primera vez que vi una bicicleta de estas no entendí de que se trataba. Al informarme un poco sobre ellas quedé algo confundido, pues tampoco entendí como era posible que una compañía prestara las bicicletas gratis a todo tipo de público. Esto no puede ser verdad!

Fué así como decidí probarlo yo mismo: Realicé una reservación por un fin de semana, en el cual me fué prestada una bicicleta totalmente gratis. El vehículo, como me gusta llamar a esta bicicleta de carga o “Lastenrad”, me proporciona movilidad en la ciudad con un espacio de carga gigantesco. La idea es demostrar que la bicicleta es mucho mas poderosa de lo que creemos y puede reemplazar a un automóvil en tareas de carga para distancias relativamente cortas, sin nombrar las ya por todos conocidas ventajas de esta.

Pero esto no para acá, no solo personas naturales están cambiando sus hábitos de transporte, cuando ví que empresas como Amazon o UPS utilizaban este tipo de vehículos, me di cuenta que estaba siendo parte de una r-evolución… El uso de la bicicleta está evolucionando, ya no es considerada tan solo como un juguete, un aparato deportivo o un vehículo para ir al trabajo/escuela, sino que también se está utilizando en el sector de logística por grandes corporaciones. Claro, por un lado los costos de las empresas se reducen en cuanto a vehículos, mantenimiento, seguros, etc. y por otro la actividad física de los empleados quienes trabajan haciendo deporte, disminuye sus días de enfermedad.

 

Mas información:

http://www.logistra.de/news-nachrichten/nfz-fuhrpark-lagerlogistik-intralogistik/7483/maerkte-amp-trends/amazon-prime-lieferung-lastenrad-einer-stunde

http://www.logistra.de/news-nachrichten/nfz-fuhrpark-lagerlogistik-intralogistik/8306/maerkte-amp-trends/lastenrad-logistik-ups-uebertraegt-hamburger-m

Compartamos la comida

Es jueves en la noche, se acerca el fin de semana y con él uno de esos viajes cortos. La nevera está llena de comida, de cosas que seguramente estarán podridas a mi llegada el domingo en la noche. Escena típica en las cocinas de los miembros de mi círculo social. Incluso lo he escuchado decir con un cierto orgullo que todavía no entiendo “Yo llego a la casa a botar la comida, es normal”, como si fuera algo emocionante.

Que si hay otra opción? Aunque algunos no lo crean, sí la hay! … desde hace varios años se han venido creando estos centros de acopio de alimentos “Fairteiler”, término en “denglish” que une las palabras fair (justo)  y teilen (distribuir/compartir) y que justamente denota aquel espacio en el cual se distribuyen alimentos.

Su funcionamiento es simple, básicamente cualquier persona puede llevar alimentos en buen estado y dejarlos allí para que otra persona los tome. Como con la pirinola: uno toma, uno pone, todos ponen, todos toman, etc. No es necesario dar para recibir, recibir para dar. La idea es que fluya y la comida no se desperdicie. Supongo que algunos toman mas, otros ponen menos, pero eso es una decisión de cada cual.

He visitado varias veces el lugar, he dejado un par de cosas… pocas veces he tomado algo (tal vez por no ser garoso). Algunas veces puede estár lleno, a veces medio medio o a veces vacío como justamente el día en que fuí a tomar la foto.